Hoy,
un día como cualquier otro, durante mi estadía en la universidad, pude observar
a un niño que, en el piso, jugaba con una tablet. Más específicamente, estaba
“pintando” un dibujo de una palmera, así como cuando uno de pequeño tomaba un
creyón y trabajando junto a la imaginación empezaba a crear lo que para
uno era arte en ese entonces, lo cual eran realmente un conjunto de garabatos,
solo que para este caso, el “creyón” era el dedo del niño y el “papel” era la
tablet. Dicho acontecimiento me hico divagar y pensar: “En mis tiempos, yo
dibujaba y pintaba tradicionalmente, con lápiz y papel” y puede que en alguna
ocasión, en medio de una travesura, en las paredes. Entonces, recaí nuevamente
en el hecho de cómo la tecnología mueve a la sociedad, y cambian las costumbres
de la misma, de una u otra forma.
Sin embargo, concluí que, siempre
será una especie de ciclo. Para ilustrar esto, tomaré como ejemplo la típica
frase (que incluso acabo de mencionar) “En mis tiempos…” la cual conlleva a
pensar “Yo a tu edad hacía esto o aquello”. Nuestros padres, jugaban al aire
libre, con sus amigos, y entonces llegaban nuestros abuelos exclamando “¡Tú te
la pasas jugando afuera con tus amiguitos! ¡Yo a tu edad trabaja duro para
ayudar a mi madre!”. En un nuevo tiempo, pero el mismo contexto, nos
encontramos nosotros, jugando con muñecos, carritos, entre otros juguetes,
seguidamente hacen presencia los padres diciendo “¡Tú te la pasas jugando con
esos muñequitos! ¡Yo a tu edad jugaba en la naturaleza!”. Muy posiblemente,
nuestros hijos jueguen con consolas de videojuegos, o bien, en la computadora,
y muy seguramente, en un momento de rabia saldremos nosotros diciendo, una vez
más, “¡Tú te la pasas jugando en esa consola y en la computadora! ¡Yo a tu edad
jugaba con muñecos!”. Finalmente, en un futuro,
probablemente no muy lejano, nuestros nietos estarán jugando con cascos
de realidad virtual, y llegarán nuestros hijos gritando “¡Tú te la pasas
jugando en la realidad virtual! ¡Yo a tu edad jugaba a los videojuegos!”.
Y es que siempre será así, un ciclo,
lo que sí resulta incierto (o quizás no tanto), es hasta qué punto avanzaremos,
tal que se reproche lo que hagan las generaciones futuras, si bien sea por la
moda, por las nuevas costumbres, entre otros, porque eso hace la tecnología,
modifica la conducta de las masas.